Bienvenidos a la web de Sensorial, la web de Alicia Quiñones Medrano.
Soy Diplomada en Óptica y Optometría por la Universidad de Santiago de Compostela. Finalicé mis estudios en el año 1999.
Desde entonces he ido desarrollando mi profesión en diversas ópticas y durante 8 años en una clínica oftalmológica, donde me he dedicado a la compensación óptica con gafas y a la cirugía y pruebas pre y postoperatorias para cirugía Lasik, PRK, implantes LIOs, cataratas y adaptación de lentes de contacto para córneas con queratocono, post implante de anillos intraestromales, etc.
Cuando llegó la crisis y la clínica cerró por no poder asumir el gasto de un nuevo láser, encontré en el escaparate de una librería un libro sobre cómo mejorar la visión. Me preguntaba ¿por qué no nos explican nada de ésto en la escuela de Ópica? De ahí contacté con la AIEV y fui a Gilet, Valencia, a darle unas vacaciones a mis ojos. Viendo que tanto mi miopía como mi ambliopía habían mejorado, decidí hacerme instructora del Método Bates y reeducadora visual. Estudié PNL, por inquietudes personales y vi que me daba múltiples herramientas para mejorar el trato a mis pacientes.
Pero nunca he querido dar la espalda a la optometría, pues entiendo que existen campos para ambas disciplinas y pacientes con diferentes necesidades. Esto generaba una controversia: ¿poner o quitar gafas? A partir de entonces me he ido formando para poder comprender mejor ambas disciplinas: hice un curso de reflejos primitivos, porque sabía que podían ayudar a mejorar la visión desde los cimientos del desarrollo. Y así encontré en la optometría comportamental la fusión entre la óptica más clásica y la reeducación visual, pues trata la visión desde un paradigma holístico. De ahí los cursos de optometría comportamental y terapia visual comportamental. Amplié mis estudios de reflejos primitivos y desarrollo motor. También realicé una formación en Entrenamiento visual aplicado al deporte y a las dificultades de aprendizaje: El método S.V.T.A., que se puede aplicar también para realizar sesiones de terapia visual dinámicas y optimizadas. Siguen estudios sobre el control de la miopía, que tiene visos de convertirse en una epidemia a nivel mundial. También he realizado cusos sobre Visión y aprendizaje, para conocer cómo afectan las habilidades visuales al aprendizaje. Y como afecta la visión a otras áreas físicas y bioquímicas en el seminario: Conexión mente-ojo en el procesamiento visual. Éste último año he hecho la formación en Osteopatía oftalmológica, que también me ha abierto los ojos a comprender por qué se asientan ciertos defectos visuales en personas con tensiones y bloqueos en columna, cervicales, mandíbula,... de ahí una formación en consciencia corporal. También realicé la formación en neuroestimulación auditiva SENA, para complementar el enfoque visual con el auditivo y motor, y así poder ayudar a mejorar problemas de atención y neurodesarrollo.
Sensorial nace de la idea de que podemos mejorar nuestro procesamiento visual, auditivo, motor y en definitiva nuestra calidad de vida.
Cuando nacemos nuestro cerebro es como una página en blanco (con muchos programas básicos de supervivencia y de programación neurológica) que se irá escribiendo en base a las conexiones neurológicas entre las diferentes partes del cerebro, empezando por el movimiento, y así es como desarrollamos nuestros sentidos, nuestra manera de interactuar e interpretar el mundo. Cuando estas conexiones no son suficientes quiere decir que nuestras habilidades no están en su desarrollo óptimo; aparecerán problemas visuales, de procesamiento auditivo, en las habilidades motoras gruesas y finas, en la articulación de las palabras y el lenguaje, dificultades de aprendizaje y de comportamiento, etc.
Además, nosotros funcionamos como un TODO, donde cada proceso del desarrollo sensorial se ve involucrado por otros y las emociones también afectan al estado físico y mental.
Más allá del hecho de poner gafas se abre un amplio mundo, sobre todo, basándonos en los nuevos hallazgos de la neurociencia, que nos permite, no sólo compensar sino corregir nuestras dificultades de procesamiento sensorial y, lo más interesante, a cualquier edad. Cada vez que aprendemos algo o tenemos una experiencia física o emocional, nuestro cerebro cambia y se adapta, mejora su programación.